Neumonía - Yamileth Ramírez

 La neumonía es una infección que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones. Los sacos aéreos se pueden llenar de líquido o pus (material purulento), lo que provoca tos con flema o pus, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar.



¿Qué es la neumonía?

La neumonía es una infección en uno o ambos pulmones. Causa que los alvéolos pulmonares se llenen de líquido o pus. Puede variar de leve a grave, según el tipo de germen que causa la infección, su edad y su estado general de salud.

¿Qué causa la neumonía?

Las infecciones bacterianasvirales y fúngicas pueden causar neumonía.

Las bacterias son la causa más común. La neumonía bacteriana puede ocurrir por sí sola. También puede desarrollarse después de haber tenido ciertas infecciones virales, como resfríos o gripe. Varios tipos diferentes de bacterias pueden causar neumonía, incluyendo:

Los virus que infectan las vías respiratorias pueden causar neumonía. A menudo, la neumonía viral es leve y desaparece por sí sola en pocas semanas. Pero en ocasiones es lo suficientemente grave como para necesitar tratamiento en un hospital. Si tiene neumonía viral, corre el riesgo de contraer también neumonía bacteriana. Los diferentes virus que pueden causar neumonía incluyen:

La neumonía fúngica es más común en personas con problemas de salud crónicos o sistemas inmunitarios debilitados. Algunos de los tipos incluyen:

¿Quién está en riesgo de tener neumonía?

Cualquier persona puede tener neumonía, pero ciertos factores pueden aumentar su riesgo:

  • Su edad: El riesgo es mayor para los niños menores de 2 años y los adultos mayores de 65 años
  • Exposición a ciertos químicos, contaminantes o humos tóxicos
  • Estilo de vida: Como fumarconsumo excesivo de alcohol y desnutrición
  • Estar en un hospital, especialmente si está en la UCI. Estar sedado y / o conectado a un ventilador aumenta aún más el riesgo
  • Tener una enfermedad pulmonar
  • Tener un sistema inmunitario debilitado
  • Tener problemas para toser o tragar, por un derrame cerebral u otra afección
  • Haberse enfermado recientemente con un resfriado o gripe

¿Cuáles son los síntomas de la neumonía?

Los síntomas de la neumonía pueden variar de leves a graves e incluyen:

Los síntomas pueden variar para diferentes grupos. Los recién nacidos y los bebés pueden no mostrar ningún signo de infección. Otros pueden vomitar y tener fiebre y tos. Pueden parecer enfermos, sin energía o estar inquietos.

Los adultos mayores y las personas con enfermedades graves o sistemas inmunitarios débiles pueden tener síntomas menores y más leves. Incluso pueden tener una temperatura inferior a la normal. En ocasiones, los adultos mayores que tienen neumonía tienen cambios repentinos de su estado mental (conciencia).

¿Qué otros problemas puede causar la neumonía?

A veces, la neumonía puede causar complicaciones graves, como:

¿Cómo se diagnostica la neumonía?

En ocasiones, la neumonía puede ser difícil de diagnosticar porque puede causar algunos de los mismos síntomas que un resfriado o gripe. Puede llevarle tiempo darse cuenta de que tiene una afección más grave.

Para hacer un diagnóstico, su profesional de la salud:

  • Preguntará sobre su historia clínica y sus síntomas
  • Hará un examen físico, que incluye escuchar sus pulmones con un estetoscopio
  • Puede solicitar pruebas, incluyendo:
    • Radiografía de tórax
    • Exámenes de sangre como un conteo sanguíneo completo para ver si su sistema inmunitario está combatiendo activamente una infección
    • Hemocultivo para determinar si tiene una infección bacteriana que se ha diseminado al torrente sanguíneo

Si está en el hospital, tiene síntomas graves, es adulto mayor o tiene otros problemas de salud, también es posible que le hagan más pruebas, como:

  • Prueba de esputo: Busca bacterias en una muestra de su esputo (saliva) o flema (sustancia viscosa del fondo de sus pulmones)
  • Tomografía computarizada del tórax para ver la cantidad de pulmones afectados. También puede mostrar si tiene complicaciones como abscesos pulmonares o derrames pleurales
  • Cultivo de líquido pleural: Busca bacterias en una muestra de líquido que se tomó del espacio pleural
  • Oximetría de pulso o prueba de nivel de oxígeno en la sangre: Busca verificar cuánto oxígeno hay en su sangre
  • Broncoscopia: Procedimiento que se utiliza para observar el interior de las vías respiratorias de los pulmones

¿Cuáles son los tratamientos para la neumonía?

El tratamiento para la neumonía depende del tipo de neumonía, qué germen la causa y qué tan grave es:

  • Los antibióticos tratan la neumonía bacteriana y algunos tipos de neumonía fúngica. No funcionan para la neumonía viral
  • En algunos casos, su profesional de la salud puede recetarle medicamentos antivirales para la neumonía viral
  • Los medicamentos antimicóticos tratan otros tipos de neumonía fúngica

Es posible que deba ser tratado en un hospital si sus síntomas son graves o si está en riesgo de complicaciones. Mientras esté allí, puede recibir tratamientos adicionales. Por ejemplo, puede recibir oxigenoterapia si su nivel de oxígeno en la sangre es bajo.

Puede tomar tiempo recuperarse de la neumonía. Algunas personas se sienten mejor en una semana. Para otras puede tomar un mes o más.

¿Se puede prevenir la neumonía?

Las vacunas pueden ayudar a prevenir la neumonía causada por la bacteria neumocócica o el virus de la gripe. Tener una buena higiene, no fumar y tener un estilo de vida saludable también puede ayudar a prevenirla.



Prevención de la Neumonía

Tiempo de lectura: 3 min

En la prevención de la Neumonía Adquirida en la Comunidad (NAC) son fundamentales las siguientes medidas:

Jeringuilla

La vacuna antineumocócica. El neumococo (Streptococcus pneumoniae) es una bacteria que tiene, aproximadamente, 98 tipos diferentes. La vacuna PCV13 protege contra 13 tipos diferentes de la bacteria neumococo y la PPSV23 protege contra 23 tipos diferentes.

La vacuna PCV13 se recomienda para las siguientes personas:

  • Todos los adultos de 65 años o mayores.
  • Los adultos de 19 años o mayores que tengan ciertas afecciones.

La vacuna PPSV23 se recomienda para las siguientes personas:

  • Todos los adultos de 65 años o mayores.
  • Los adultos de los 19 a los 64 años de edad que tengan ciertas afecciones o que sean fumadores activos.

Hay que tener en cuenta que las vacunas PCV13 y PPSV23 no se deben administrar al mismo tiempo. Si se recomiendan las dos vacunas, se debe recibir primero una dosis de la PCV13, seguida de una dosis de la PPSV23 en otra visita médica, en general al cabo de 6 meses.

Vacuna y un calendario

La vacuna antigripal o vacuna contra la gripe (influenza). La gripe o influenza es una enfermedad que en algunos casos puede llevar a la hospitalización y, en ciertas ocasiones, incluso provocar la muerte. En España, la epidemia gripal ocurre desde el final del otoño hasta el principio de la primavera. En general, la gripe afecta al 1–5% de la población, sin embargo, en casos de epidemia, puede llegar afectar al 40–50% de las personas mayores de 65 años.

Aproximadamente, dos semanas después de la administración de la vacuna antigripal ya se detectan anticuerpos contra el virus de la gripe. Estos anticuerpos brindan protección contra la infección con los virus incluidos en la vacuna. La vacuna antigripal puede llegar a prevenir la enfermedad en un 70–90% de las personas sanas mayores de 65 años.

La vacuna antigripal se debe administrar a todas las personas con un mayor riesgo de complicaciones (ancianos, personas con enfermedades crónicas, embarazadas) o en personas sanas que estén en estrecho contacto con personas de alto riesgo de desarrollarlas (personal sanitario).

Se recomienda a las personas alérgicas al huevo, hablar con su médico de cabecera antes de recibir la vacuna.

Cigarro tachado en un cartel de "no fumar"

Dejar de fumar. Fumar incrementa por 4 el riesgo de tener una NAC. En los pacientes jóvenes, esto aumenta el riesgo de sufrir una NAC invasiva (bacteremia). El abandono del hábito tabáquico disminuye a la mitad el riesgo de NAC en los siguientes 5 años.

Consumo de alcohol, cerveza, copa de vino

Reducir el consumo de alcoholEl consumo excesivo de alcohol está asociado con el mayor riesgo de que la neumonía sea más grave, debido a que afecta a componentes esenciales del sistema inmune. A esto se le añade que las personas alcohólicas, con frecuencia, desarrollan daño hepático, así como malnutrición, lo que  incrementa el riesgo de tener neumonía.

Manzana con un "tic"

Asegurar un estado nutricional adecuadoLa malnutrición no solo incrementa el riesgo de sufrir una neumonía, sino que incrementa el riesgo de muerte en el curso de la neumonía. Asegurar un adecuado estado nutricional es muy importante para prevenir infecciones como la neumonía.

Bebé y anciano, niños y adultos

Evitar el contacto con niños enfermosEvitar el contacto con niños que estén enfermos, sobre todo con aquellos que tengan una infección respiratoria. Esta recomendación, sobre todo, va dirigida a las personas adultas mayores no vacunadas y que sufran de alguna enfermedad crónica que les haga más vulnerables a las infecciones.

higiene bucal, dientes, cepillo dientes

Mantener una adecuada higiene bucalUna mala higiene bucal incrementa el riesgo de tener una neumonía. La mala higiene bucal contribuye a la formación de placa y colonización de la boca por microorganismos que pueden alcanzar los pulmones cuando ocurren microaspiraciones. La mayoría de los estudios que demuestran esta asociación entre la mala higiene bucal y el riesgo de neumonía, se han enfocado especialmente en el paciente adulto mayor y en aquellas personas que están en una residencia. Por ello, se recomienda a estas poblaciones en especial, la visita al dentista, como mínimo una vez al año




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