cardiopatía isquémica
La cardiopatía isquémica o enfermedad coronaria se produce cuando las arterias que suministran sangre al músculo del corazón se obstruyen, de manera parcial o completa, por lo que no le llega el flujo sanguíneo.
Si se piensa en las arterias coronarias como si fuesen un sistema de tuberías, su progresiva obstrucción provoca que el líquido, en este caso la sangre, no llegue de forma correcta a las diferentes zonas del corazón.
¿A cuántas personas afecta la Cardiopatía Isquémica?
La cardiopatía isquémica es una enfermedad muy frecuente que afecta a gran parte de la población de los países desarrollados y, también, de los países en vías de desarrollo.
La prevalencia de cardiopatía isquémica aumenta con la edad y es superior en los hombres que en las mujeres, incluso en edades avanzadas. Se calcula que la incidencia de enfermedad coronaria en edades de entre 65 y 94 años se duplica en los varones y se triplica en las mujeres respecto a edades entre 35 y 64 años.
En los hombres, es más frecuente la presentación en forma de infarto, mientras que en las mujeres es más frecuente la presentación en forma de angina de pecho.
Mientras que en los países desarrollados hay una cierta tendencia a la disminución de la prevalencia de la cardiopatía isquémica, debido a la mejora de los tratamientos y los hábitos de vida, esta aumenta en los países en vías de desarrollo.
En cualquier caso, la cardiopatía isquémica es todavía la primera causa de muerte de adultos, tanto en países en vías de desarrollo como en países ricos.
Causas de la Cardiopatía Isquémica
La causa de la cardiopatía isquémica es la arteriosclerosis. Una inflamación crónica de las arterias que provoca un endurecimiento y acumulación de placas de colesterol (placas de ateroma) en sus paredes, lo que favorece la formación de trombos.
La arterioesclerosis puede afectar a todas las arterias del cuerpo y causar diferentes síntomas en función del órgano afectado. Si se produce en las arterias que llevan la sangre al cerebro, puede manifestarse en forma de ictus o accidente vascular cerebral; si se produce en las arterias de las piernas, puede provocar dolores al caminar; si se produce en las arterias que abastecen de sangre al propio corazón, puede provocar angina de pecho o infarto de miocardio.
Diferencia entre angina de pecho e infarto
Angina de pecho. Cuando la arteria coronaria se encuentra obstruida de forma significativa, habitualmente con una reducción de más del 75% de su luz, pueden empezar a aparecer síntomas secundarios a la falta de oxígeno en las células del músculo cardíaco. Esa falta de irrigación sanguínea se traduce en forma de dolor en el pecho que aparece normalmente cuando se realiza un esfuerzo. Si la isquemia es leve o poco prolongada en el tiempo, las células del miocardio pueden sobrevivir a ella.
Infarto de miocardio. Si la falta de oxígeno es más grave o prolongada, algunas células del corazón pueden llegar a morir; es lo que se conoce con el término de necrosis o infarto de miocardio. Aunque los síntomas pueden ser muy parecidos a los de la angina de pecho, en el caso del infarto, el dolor puede ser más intenso o duradero.
Una vez hecho el diagnóstico de síndrome coronario agudo (angina de pecho inestable o infarto agudo de miocardio), el paciente debe permanecer hospitalizado y en reposo. Si se trata de un infarto por oclusión total de la arteria, el tratamiento se dirige a desobstruir la arteria lo más rápido posible, ya que cada minuto que pasa cuenta.
Las medicaciones utilizadas en el momento agudo son:
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